El Colegio

EL COLEGIO

El Colegio «Nuestra Señora de la Misericordia» fue fundado en marzo de 1914 a pedido de un grupo de damas de la Sociedad de Buenos Aires, radicado en esta Villa, quienes solicitaron a la Rvda. Vicaria de la provincia religio­sa de Rosario, Sor María Constante Bagnera, enviara religiosas para que a­tendieran la educación de la niñez, dado que no había, en la localidad, ningún Colegio religioso.

Estas buenas damas iniciaron su obra filantrópica en 1910.

Invitadas por una religiosa de «San José» que se encontraba accidentalmente en la población y asesoradas por el Sacerdote franciscano Rvdo. P. Antonio Martínez, organizaron una «Comisión protectora” bajo la presidencia de la Sra. Victoria Caminos de Achával Rodríguez y vicepresidenta, la Sra. Arminda O. de Mejías. Se pidió permiso al Excmo. Sr. Obispo de Córdoba y ayuda a las autoridades gubernamentales para la instalación de un Colegio de niñas. En los años siguientes su tarea fue: recaudar fondos y adquirir un terreno que lo donó la Compañía de Tierras y Hoteles de Alta Gracia».

En 1913, la presidenta hizo gestiones ante la Rvda. Madre Vicaria, solicitando Hermanas para el Colegio.

El terreno donado quedaba muy distante y se solicitó la permuta por otro, situado junto al Tajamar. Un distinguido Sr. donó una suma de dinero recolectada para la construcción de una Capilla que no se concretó.

Las Hermanas fundadoras: Sor María Lía Mariluz como Superiora, Sor María Alejandrina Ouval, Sor María Micaela Betono, Sor María Tomasina Célico y Sor María Clotilde Cuorno, se instalaron en un local alquilado, propiedad del Dr. Nicolás Garzón Maceda, hermano del Vice Gobernador, en la calle: Manuel Solares esquina Arzobispo Castellanos. Allí comenzó a funcionar el Colegio y Escuela Taller, con el fin de educar a las niñas de toda condición. E local resultaba estrecho. El comedor se convirtió en aula, se daba clase en una galería y en la cochera, pero jamás estas molestias fueron suficientes para desalentar a las abnegadas religiosas a quienes el Señor prodiga con abundantes gracias como se lee en el cuaderno titulado «OBSEQUIOS DE LA DIVINA PROVIDENCIA”.

Las Hermanas, imbuidas del espíritu de Santa María Josefa, no escatimaban sacrificios para cubrir las indigencias y dar una sana educación cultural y religiosa a las niñas que allí acudían. Permanecieron en ese local hasta el 31 de Julio de 1915, en que se trasladaron al edificio construido en el sitio actual. Fue día memorable para el Colegio porque marcó una nueva era en su vida. En sus comienzos fue muy reducido y se amplió paulatinamente de acuerdo a las necesidades y a la situación económica. Se trabajó intensamente para equipar el edificio con las comodidades esenciales.

No tenían lugar para dar clases a las niñas carentes de recursos, y se solicitó una habitación al Cura Vicario de la Parroquia, el cual cedió un Salón en la antigua obraje de los jesuitas, de reminiscencia colonial. Allí se dictaron clases hasta la visita de la Rvdma. Madre General: Sor María Amable Josefa Gabino, que remedió en parte las apremiantes exigencias. Facilitó dinero para saldar deudas. Dio autorización para que se tomara como pensionistas a los veraneantes. Su aporte fue una verdadera válvula de escape.

Un nuevo petitorio en diciembre de 1956, fue enviado a le Rvda. Madre Provincial Sor María Ernesta Trigatti. “Que existe una sentida necesidad que constituye un verdadero vacío en la sociedad de Alta Gracia: La carencia de un Instituto Secundario regenteado por Religiosas. Vacío que no puede ser llenado por los Institutos Oficiales y que crea serios inconvenientes de toda índole a las familias, obligándolas a enviar a sus hijas a centros distantes (como es la ciudad de Córdoba) o a prescindir simplemente de darles una formación superior…”  “…Esta Comisión, in­terpretando un clamor de la ciudad, como lo atestiguan las numerosas y ca­lificadas firmas que respaldan su petición, solicitan en la persona de vuestra reverencia al Instituto de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, tenga a bien disponer del personal necesario para que desde el año 1957 den comienzo los cursos Superiores en su Colegio de Alta Gracia. También intercede el Arzobispo de Córdoba.

Se responde el 2 de abril de 1957, que será posible recién en 1958 la creación del Colegio Secundario.